Mientras miles de colombianos esperan por sus medicamentos en los dispensarios de las EPS, en las bodegas de los gestores farmacéuticos como Audifarma, los insumos están almacenados sin justificación. Más de 113.000 unidades de insulina fueron encontradas en auditoría de la Supersalud, a pesar de que muchos pacientes con diabetes han recibido la respuesta de que “no hay disponibilidad”.

El presidente Gustavo Petro denunció la situación en sus redes sociales, afirmando que “no existe justificación alguna, ni de tipo administrativo ni por ninguna otra razón, para que estos medicamentos no estén disponibles para su entrega”.

Más allá de una crisis administrativa, esta es una situación que pone en riesgo la salud y la vida de los colombianos. No entregar los medicamentos a tiempo no solo afecta a quienes los necesitan con urgencia, sino que también se convierte en una estrategia que genera caos en el sistema, afectando la credibilidad de las reformas y el bienestar del país.

Ante estos hallazgos, la Supersalud ordenó a la entidad garantizar la distribución de los medicamentos en un plazo máximo de 24 horas, señalando que las demoras afectan directamente la salud de los pacientes que dependen de estos tratamientos.