
Tuve la hermosa experiencia de ser profesor por varios años. Fueron tantas las anécdotas y aprendizajes que me dejaron esos años, que, hoy en día las uso para reflexionar sobre la vida, especialmente para volverme a responder la enigmática pregunta “porque somos así”?
Hace muchos años pedí a los alumnos que en grupos de cuatro personas hicieran una exposición sobre cualquier tema, con la única obligación de pedir a los compañeros su opinión de acuerdo con unos textos previos enviados con cuatro semanas de anticipación a la fecha de presentación.
El primer tema fue “Creación o Evolución”…una bomba…todo un tema para pasar horas y horas leyendo y debatiendo sobre las pruebas que muy diligentemente aporto el grupo expositor y que los curiosos por el tema fácilmente pueden encontrar. Una vez terminada la exposición pregunte: ¿quién está de acuerdo con la evolución? quien con la creación? y por qué? Uno de los estudiantes (un joven muy creyente) hizo la defensa de la creación. Hizo una disquisición sobre los castigos a los que serian sometidos los no creyentes y porque todos deberíamos creer en la existencia de Dios. Muy sagaz y preparado, abrió una Biblia que había traído y nos leyó un párrafo (Mateo 10, 28) donde según sus palabras estaba claro que su afirmación era cierta, que la Biblia era la palabra de Dios y por ende las opciones son Cielo o Infierno.
Acto seguido fue refutado por otro estudiante, quien dijo que las pruebas de la evolución eran contundentes, que había leído un artículo donde decía que los Trilobites (no conozco a esa familia, de Quilichao no son…) se habían transformado en no se que otra especie. Dijo que era un hecho probado que el ancestro del hombre eran los simios, que los peces en algún momento tuvieron “patas” y les cambio el sistema respiratorio y se volvieron reptiles, etc, etc, etc. Se armo la de Troya: voces exaltadas pidiendo el infierno para los evolucionistas, mientras los evolucionistas pedían “cerebro” para los creacionistas.
Le pregunte a todos los estudiantes 1. Creacionista o evolucionista y 2. Cuáles eran las fuentes en las que se basaban para defender sus puntos de vista. De veintiocho estudiantes, la respuesta a la primera pregunta dio catorce a catorce, ¡empate! De la segunda pregunta, 6 estudiantes dijeron “me lo ensenaron en la casa, 8 me lo ensenaron en el colegio, 4 dijeron haberlo leído en la Biblia y 10 que lo habían escuchado en algún lado. Les pregunté uno por uno, cuantos habían leído la documentación enviada por el grupo expositor, y obtuve dos de veintiocho, los dos eran del grupo expositor…los otros dos miembros del grupo expositor no habían leído nada, y eso que eran del grupo expositor. Me impacto tanto los resultados de la segunda pregunta, que hice el experimento cada vez que podía, esperando resultados diferentes, resultados que no llegaban.
Empecé a participar en temas de debate en Facebook, teniendo siempre resultados similares. Y fue ahí donde empecé a ver el término “cámaras de eco” (dejo la definición abajo), en el cual una red social, Netflix, las aplicaciones de compras, etc. empiezan a mostrarnos solo aquello en lo que mostramos interés. El problema no es que existan las cámaras de Eco, el problema es que no leemos, no razonamos, no investigamos. un estudio reciente demuestra que con solo decir "un estudio reciente demuestra que" muchos lo van a dar por cierto. Entramos en discusiones acaloradas sobre política, religión, deportes…sin habernos preparado adecuadamente para hacerlo. No leemos, no investigamos, nuestra cámara de eco es el amo y señor de nuestros conceptos. Repetimos como loros lo que dicha cámara de eco nos dice, nos bombardea sin parar. Si el vecino de muchísimos años, el que me ayudo y ayude en momentos difíciles es de una opinión contraria, dejara de ser mi amigo, y ojalá deje de ser mi vecino. ¿Para qué tener de vecino a alguien como él? Apenas pueda le voy a cantar sus buenas verdades, y le estregare en la cara todo mi arsenal de odio…
¿Y qué tiene que ver entonces “las verdades amañadas” del título de la columna? Pues que nos dejamos llevar por lo que queremos oír, y los que quieren que creamos eso lo saben y nos dan pruebas fehacientes (y a medias) que demuestran porque usted debe seguir creyendo. No nos importa ningún tipo de análisis, documentos, y mucho menos explicaciones sobre las consecuencias de nuestras decisiones. Todo lo que brilla es Oro porque así lo dijo mi cámara de eco. Es ahí donde la religión, la política, el deporte, el sexo, etc, confluyen y determinan nuestra postura acerca de estos y otros candentes temas. Nos repiten tantas veces una mentira que con el tiempo la empezamos a creer…y el problema no es que creamos en algo o no, el problema es que la única referencia para ella viene de una cámara de eco. Y puede ser que no tengamos tiempo para investigar, bastante tiempo le tenemos que dedicar a los problemas que ya tenemos como para invertirle tiempo a estas cosas, pero si no lo hacemos podemos tomar decisiones que mas adelante nos van a pesar. Mi respuesta al “porque somos así” es “porque es lo que menos esfuerzo me significa”. Me puedo equivocar, pero ojalá le deje la espinita clavada.
Como dicen los españoles, hay que mojarse…en mi caso, yo creo en un Dios todopoderoso, pero no en el infierno, y también creo que TikTok, Instagram y Facebook se han convertido en los educadores de nuestros hijos y de nosotros mismos. Aprovecho la oportunidad para seguirme “mojando”: Si no se ha leído la reforma pensional, no opine sobre ella hasta que lea e investigue, que es lo bueno y que es lo malo. Dele la oportunidad al conocimiento y no al fanatismo. Que sean los datos y hechos los que definan su posición al respecto. Entonces, defienda con todo su corazón eso que su análisis de la información le ha entregado. Les dejo un estudio que se hizo en Medellín en 2019 sobre las cámaras de eco, desinformación y campañas de desprestigio, presentado en la revista Política y Gobierno.
Mateo 10, 28: Y no teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; más bien teman a aquel que puede {hacer} perecer tanto el alma como el cuerpo en el infierno.
Cámaras de Eco: fenómeno donde las personas se exponen principalmente a información que refuerza sus creencias existentes, creando una barrera para la diversidad de perspectivas. Esto puede ocurrir tanto en línea como en comunidades físicas, y puede tener el efecto de polarizar las opiniones y dificultar el diálogo constructivo.
"Leer es viajar a través de los ojos de otros." - André Maurois
“El profe”